De nuevo...
Hola de nuevo, a tí, que me lees... Llevaba unos días sin escribirte, me había propuesto no escribir más hasta no tener algo bueno que contarte. Pero bueno, parece que eso tendrá que esperar unos días más, espero no demasiados, pues parece que aún no me toca ser feliz. No quería convertir este blog en un lugar de penas, no quiero parecer un maníaco depresivo, en realidad esto tiene poco que ver con mi caracter, y bien lo sabe quien me conoce, pero tampoco quería abandonarte, quería escribirte, aunque sea para contarte que, aunque pensaba que no podía tocar fondo, lo he echo. Y es que, cuando piensas que todo va mal... algo puede ir aún peor.
No hablaré de amor en esta ocasión, pues hay cosas que empañan este sentimiento, aunque sigo teniendo miedo. No es fácil estar ilusionado con alguien y que ese alguien tenga pareja o pase de ti, o yo lo vea inalcanzable... En fín, no toca hablar de eso ahora...
Y no sé muy bien como explicarte como me siento ahora, pues parece que todo esté en mi contra. Hablo del trabajo. He descubierto como se me juzga, critica, se me intenta machacar, poner en contra de mis compañeros.... todo con mentiras y falsos fundamentos, carentes de lógica, pero que joden igual, más cuando me estoy dejando los cuernos por demostrar lo que soy, lo que puedo llegar a ser... más cuando lo que más importa en mi trabajo no es yo mismo, sino el bienestar de mis compañeros, incluidos aquellos que ahora echan tierra sobre mi tejado, sólo para desenterrar a alguien hundido. Quitate tu pa ponerme yo... algo asi parece... o más bien debería decir... te voy a quitar de en medio pa poner a otra...
Sería largo explicar cómo se ha llegado a esta situación, viene de lejos, y por medio hay un ascenso en juego. Por un lado yo, con mis 3 defensores, y por el otro mi "contricante" con sus 2 defensoras. ¿¿Sus argumentos?? Defenderla a ella poniendome verde a mi. Lo curioso del asunto, es que, como no tienen argumentos reales, los inventan, y lo peor, los propagan, para poner a mis compañeros en mi contra. Sé que no debo preocuparme, sé que mi conciencia está tranquila, sé que la gente a mi me quiere, y a ellas les odian, sé que todo está a mi favor, pero no por ello puedo dejar de sentirme como una mierda, rabioso, con ganas de decirle cuatro cosas bien dichas, pero frustrado porque no puedo hacerlo.
En fín espero que algún día alguien les enseñe cosas que no se aprende en libros ni en manuales, el respeto y la educación, que alguien les enseñe que las personas tenemos corazón y que nos puede dolar si nos pincha y espero que el tiempo ponga a cada cual donde merece.
Mientras yo, seguiré sintiendome mierda y con ganas de mandarlo todo... al mismo sitio.
Hasta otro día, a tí, que me lees.
JOSE
No hablaré de amor en esta ocasión, pues hay cosas que empañan este sentimiento, aunque sigo teniendo miedo. No es fácil estar ilusionado con alguien y que ese alguien tenga pareja o pase de ti, o yo lo vea inalcanzable... En fín, no toca hablar de eso ahora...
Y no sé muy bien como explicarte como me siento ahora, pues parece que todo esté en mi contra. Hablo del trabajo. He descubierto como se me juzga, critica, se me intenta machacar, poner en contra de mis compañeros.... todo con mentiras y falsos fundamentos, carentes de lógica, pero que joden igual, más cuando me estoy dejando los cuernos por demostrar lo que soy, lo que puedo llegar a ser... más cuando lo que más importa en mi trabajo no es yo mismo, sino el bienestar de mis compañeros, incluidos aquellos que ahora echan tierra sobre mi tejado, sólo para desenterrar a alguien hundido. Quitate tu pa ponerme yo... algo asi parece... o más bien debería decir... te voy a quitar de en medio pa poner a otra...
Sería largo explicar cómo se ha llegado a esta situación, viene de lejos, y por medio hay un ascenso en juego. Por un lado yo, con mis 3 defensores, y por el otro mi "contricante" con sus 2 defensoras. ¿¿Sus argumentos?? Defenderla a ella poniendome verde a mi. Lo curioso del asunto, es que, como no tienen argumentos reales, los inventan, y lo peor, los propagan, para poner a mis compañeros en mi contra. Sé que no debo preocuparme, sé que mi conciencia está tranquila, sé que la gente a mi me quiere, y a ellas les odian, sé que todo está a mi favor, pero no por ello puedo dejar de sentirme como una mierda, rabioso, con ganas de decirle cuatro cosas bien dichas, pero frustrado porque no puedo hacerlo.
En fín espero que algún día alguien les enseñe cosas que no se aprende en libros ni en manuales, el respeto y la educación, que alguien les enseñe que las personas tenemos corazón y que nos puede dolar si nos pincha y espero que el tiempo ponga a cada cual donde merece.
Mientras yo, seguiré sintiendome mierda y con ganas de mandarlo todo... al mismo sitio.
Hasta otro día, a tí, que me lees.
JOSE
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