Hola, a tí, que sé que sigues ahí, al otro lado de la pantalla, esperando noticias de alguien que parece perdido, pero que está aquí, que ha regresado, y lo ha echo para quedarse. Porque sí, he vuelto, de unas cortas pero intensas vacaciones. Unas vacaciones en las que he podido descansar, relajar mi cuerpo, y mi mente, olvidarme de todo lo que me preocupa, acordarme de todo lo bueno vivido... He disfrutado con mis amigos playeros, esos a los que la distancia solo me permite ver una vez al año, pero que siempre están aquí, y es bonito ver como cada año, nos unimos más que el anterior. He disfrutado del mar, del agua, de la luna, de las estrellas, siempre cubiertas en Madrid por las luces de las farolas... Todo esto en tan solo 8 días, como dije, corto, pero suficiente.
En realidad regrese hace ya unos días... dos semanas. Un tiempo que he dedicado a mi trabajo, a mis amigos (los pocos que quedan estos días por Madrid), al amor, y a mi mismo. El amor... ese sentimiento que siempre anda revoloteando a nuestro alrededor como una mosca, y a veces, se posa en nuestro hombro. Y estos días, la mosca me vino a visitar, y vino acompañada... Me presentó a alguien especial, una persona sincera, cariñosa, simpática, guapa, por dentro, y por fuera... Una persona por la que es fácil sentirse atraído, y que parece corresponderme. Supongo que debo agradecer la visita de la mosca, aunque la pobre, debía ser primeriza en esto del amor, pues hubo algo en lo que se equivocó. Me trajo a una persona maravillosa, pero solo por unas semanas, pues la buscó lejos, muy lejos, en Bulgaria para ser exactos. Así que aquí me encuentro, agradeciendo a la mosca que me haya regalado una bonita experiencia, con fecha de caducidad, pero bonita. Y quizás no la estoy disfrutando demasiado, porque pienso demasiado en esa fecha de caducidad, en qué pasará cuando un avión devuelva a su país a la persona que hace unos días me dijo: "¿Quieres que te bese?". A lo que yo respondí: "Sí, por supuesto"...
Sin duda, lo mejor que me ha pasado estos días, quizás lo mejor de todo lo verano...Un verano que también me ha dado disgustos, sustos... pues hay una parte de la vida, que no se ha ido de vacaciones, esa que cuando te ve feliz, te hace recordar que no todo es de color de rosa.
Pero no te contaré nada malo, no ahora. Quiero compartir contigo sólo lo bueno de todo este tiempo. Quiero celebrar, que una vez más, me has leído, que, fiel a tu cita, sigues pendiente de mí. Gracias, por permitirme expresarme, desahogarme...
Gracias y hasta pronto, a tí, que me lees....